martes, 31 de marzo de 2009

Cerebro Vs Huevos

Perú 1 Chile 3
Veinticuatro horas después de que los dirigidos por el ‘loco’ Marcelo Bielsa nos hayan hecho ver nuestra triste realidad futbolística las aguas aún no se han calmado en esta parte del orbe.
En la previa al llamado clásico del Pacífico estoy seguro que nuestros cerebros decían: “no vamos a estar en el Mundial Sudáfrica 2010, por ende no le ganamos a Chile”, pero nuestro corazón como casi siempre nos traiciona inclinó la balanza y cizañeó en un posible triunfo.
Muchos jugadores peruanos al parecer entendieron el mensaje de ‘Chemo’ Del Solar tras el escándalo del Golf de Los Incas “Queremos jugadores comprometidos, que suden la blanquirroja, que pongan huevos”. Al parecer el mensaje llegó y llegó clarísimo, al menos eso parecía. Desde el arranque ante los sureños Perú pensó con los huevos y se olvidó que primero es lo primero, hay que razonar con el cerebro. Que mejor que un obsesivo como Bielsa que arma su rompecabezas con piezas hasta del rival, nos haya enseñado que el fútbol por siempre y siempre lo va ganar el que juega mejor, en todo caso tienen más posibilidades y no siempre estar pendientes de los huevos.
Tras los himnos patrios, mejor dicho tras el himno nacional y las pifias seguidas por la entonación chilena, habían once rojos que habían sido ofendidos en las entrañas, he hicieron lo único que debían hacer, ganar. Eso que los peruanos no supieron defender hace doce años en el nacional de Santiago rumbo al Mundial de Francia 98, los chilenos lo lograron, silenciaron 80 mil almas que en realidad fueron 30 millones.
El fútbol es el deporte ideal para que los débiles se crezcan ante los más fuertes o ante la adversidad. En la previa nosotros éramos los débiles, los disminuidos, los humillados, los últimos de la fila, entonces es cuando muchos pensaban que el orgullo de aquellos hombres ignorados y con la confianza por los suelos iba a erguirse, no sucedió. ¿Por qué? Nos preguntamos todos, por la sencilla razón los peruanos en el transcurso de la semana fueron tomando una confianza inusitada para la posición en la que estamos y estaremos en la eliminatoria (últimos de diez). Los rebotes periodísticos durante la semana fueron el pan de cada día, por un lado en Santiago “que los chilenos dijeron esto”, “que aquello”, en Lima los peruanos respondían con los cuchillos entre los dientes “podemos perder con cualquiera menos con Chile”, pero lástima para los nuestros que todo ese coraje se haya quedado en los pasillos de la Videna, pues en la cancha del Monumental dieron pena textualmente desde el pitazo inicial, el arbitro paraguayo Amarilla silbó el inicio y de inmediato susurró una parte del Monumental. ¡Goool chileno! Fin.